Cualquier día es bueno para comenzar algo en lo que llevas
mucho tiempo pensando y que nunca te decides a hacer.
Hoy es ese día. Comienzo este blog con ilusión, ganas de
compartir, expresar mis sentimientos y aprender de todos los que quieran seguirme en esta experiencia.
Cuando tienes 20 años piensas en como será tu futuro,
esperas verte con 30 años y saber si estás logrando tus metas. Llega el día en
que cumples tus 30 años y te ves ya toda una mujer, con toda tu vida por
delante. Llegan los 40, esos ya no te hacen tanta gracia pero estás en tu
plenitud, pensando “aún falta demasiado para los 50…”.En mi caso, creo que me
he pasado los últimos años cumpliendo los dichosos 50 a sabiendas de que aún faltaba y con el
terror que da decir “ya tengo cincuenta, demasiado mayor para ciertas cosas,
aún joven para otras”. En fin, ni en un lado, ni en el otro. Llega el día en
que tienes 51 y piensas “he vivido ya la mitad o más de mi existencia, pero estoy en mi plenitud. He aprendido a quererme, aceptarme y saborear
la vida que tengo a mí alrededor. Tengo muchas cosas por hacer y no quiero
dejar nada en el tintero”.
Así que, compartamos experiencias, aficiones, gustos… Opinemos del mundo que nos rodea y vivamos
juntos la experiencia de haber entrado en los maravillosos cincuenta.
Éste, mi primer post, se lo quiero dedicar a la persona más
importante de mi vida: mi hija, que me ha ayudado a empezar lo que a ella le
parece mi locura. También a mi grupo de amigas que me apoyan en esto (se que
ellas me ayudarán a actualizar todas las semanas con nuestras reuniones de los
Jueves).
Os invito a uniros. Hasta pronto.